Sprinter nace en 1995 y en la actualidad está inmerso en un plan de desarrollo y expansión que le ha llevado a contar, con más de 200 tiendas repartidas por toda la Península Ibérica.

Sprinter, evoluciona hacia un modelo más cercano e innovador especializado en  moda deportiva y material técnico para toda la familia, poniendo de manifiesto la necesidad de redefinir los códigos de identidad de la marca de forma clara y encontrando un espacio competitivo propio que permitiera optimizar los recursos y puntos de contacto con cada uno de sus públicos, tanto internos como externos.

Para acometer el proyecto debíamos realizar un profundo análisis de las tendencias de compra, el target, el lugar dónde estábamos y el lugar al que queríamos llegar.

El resultado de dicho análisis nos llevó a una clara conclusión; teníamos que aportar un storytelling a la marca. Un discurso que transcurriera por todos los puntos de contacto de la marca con sus públicos. Configurar una personalidad clara y diferencial con una propuesta de mensaje única.

De esa propuesta nació el concepto, «DEPORTIVAMENTE». Porque entendíamos que el deporte no es únicamente sacrificio y buscar los límites físicos y mentales, es una actitud, un estado mental. Es aplicar los valores del deporte a tu día a día. O dicho de otra manera, vivir la vida deportivamente.

Para llevar este concepto a la identidad visual nos inspiramos en el deporte. En concreto en los tacos de salida de las pruebas de velocidad de atletismo. Su grado de inclinación, asociada a la potencia de salida del velocista, nos permite adquirir una coherencia en la disposición de todos los elementos gráficos y fotográficos. En el imagotipo se suavizaron y simplificaron las formas para dotarlas de una mayor legibilidad. Y en el logo se evolucionó el punto de la “i” hacia formas rectas una forma asociada al taco de salida, para marcar esos grados de inclinación y darle más dinamismo a la marca tanto en retail como en el entorno digital, apuesta clara de la marca.