Llevar a cabo el rebranding de Padima, todo un referente en la protección de marcas, patentes, diseños, era un reto muy importante por el nivel de exigencia que ello suponía, y porque era un trabajo que debía de combinar la solvencia demostrada de la empresa, junto con la creatividad y frescura de su equipo.

Comenzamos diseñando un símbolo, basado en la misma inicial, que aunaba la solvencia de la columna romana, cuna del derecho, pero con formas abiertas y nuevas que nos llevaran al territorio de la creatividad. El logotipo se diseñó con una tipografía creada adhoc para la marca para buscar la máxima distintividad.

A partir de ahí, la técnica del mashup llevada al mundo gráfico, nos llevó a diseñar una serie de recursos de marca y comunicación, creados con la unión de dos imágenes totalmente diferentes, dos partes que se suman para crear algo único, como el trabajo de Padima.

Por último, algo que no podía faltar es buscar la conexión con el Mediterráneo tan presente en la marca y su equipo. Para ello subimos la presencia del color en la marca y sus aplicaciones, especialmente de los tonos aguamarina. Con el mismo fin y para un uso en aplicaciones más informales, extrajimos una parte del símbolo, la rotamos y conseguimos un recurso gráfico que recordaba a las olas del mar.

Padima, una marca que confía en el branding y el diseño como palancas de competitividad.